En realidad hace tiempo que tengo estos materiales en mano pero por una razon u otra no lo pasaba a la pc y lo subia, pero aprovechando que el cro. Ricardo Silva en un post de su blog (http://caio.uy.over-blog.c om/article-sabelo-la-urss- ofrecio-ayuda-militar-a-po lonia-antes-de-la-invasion -nazi-50439249.html) hablaba un poco sobre la colaboracion yanqui con los nazis en la antesala de la guerra, aproveché un poco para recordar historicamente que las otras potencias occidentales tambien cooperaron -a su discreta manera- con la demencia belica de Hitler. Como naturalmente podrian recriminarme el origen "comunista" de mis fuentes, opté, en cambio, por poner los escritos de dos expertos militares conocidos por su hostilidad a la URSS, la lucha de clases y todo lo que tenga baranda a overol o transpiracion obrera, como son el general suizo Eddy Bauer y el historiador y periodista frances Pierre Rondiere.
En Varsovia se consideraba sumamente satisfactoria la evolución experimentada por las relaciones polaco-sovieticas desde hacia unos meses. La hostilidad mostrada por Polonia durante la crisis de los Sudetes (desmembramiento de Checoslovaquia bajo las garras de Hitler, Horthy y el régimen polaco, bajo el beneplácito de Italia, Francia y Gran Bretaña) había enfriado singularmente las relaciones entre las dos potencias, sobre la base del pacto de no agresión firmado por Moscú en julio del 32 y renovado en mayo del 34 para prolongarse hasta 1946. Desde entonces las cosas habían recuperado su curso normal, puesto que un comunicado conjunto de Maxim Litvinov (ministro de Asuntos Exteriores de la URSS) y Waclaw Grzybowsky (embajador polaco en Moscú) establecería que el tratado mencionado “posee una base lo suficientemente amplia como para garantizar el mantenimiento de relaciones pacificas entre los dos estados”
Pero el gobierno central de Polonia no se proponía ir mas alla del grado de la no-agresion en las relaciones soviético-polacas. El coronel Beck (ministro de Asuntos Exteriores polaco) pretendía mostrarse equidistante de Berlín y Moscu, aun a sabiendas de que su política interior era totalmente represiva hacia el comunismo, y de hecho admiraba internamente la obra de Hitler en su Alemania lindante. (Eddy Bauer, “Historia de la Segunda Guerra Mundial”, Ed. Salvat, Pamplona, 1979)
Polonia, por aquel entonces, tenia una disputa diplomática leve con Alemania, relativa al llamado “corredor de Danzig”. Danzig (la actual Gdansk polaca) era la capital de la Prusia Oriental, un territorio separado de Alemania por un espacio territorial de unos cuantos kilómetros. Hitler pretendía, a modo de excusa, la anexion de ese corredor a cambio de una serie de ventajas y prebendas que se otorgaba a Polonia en dicho territorio. A pesar de la confianza –luego evidentemente absurda- del comandante en jefe de las fuerzas armadas polacas Rydz-Smigly, Polonia firmó pactos de ayuda mutua y defensa con Gran Bretaña y con Francia. Eso la tranquilizaba desde el punto de vista del posible frente occidental
Con respecto a la URSS, no había de que preocuparse. A pesar de que en 1939 Litvinov había sido reemplazado por Viacheslav Molotov en Asuntos Exteriores, el secretario de Molotov en el ministerio, Vladimir Potemkin, dirigió al gobierno polaco un despacho muy tranquilizador : “Los sovieticos se dan cuenta de que el gobierno polaco no concluirá ningún acuerdo con uno de sus grandes vecinos en contra del otro, y comprenden las ventajas que esta actitud les reporta. La URSS ha manifestado también que en caso de conflicto armado polaco-aleman se mantendría hacia Polonia una actitud favorable” (Eddy Bauer, idem)
El acontecer de los hechos no tranquilizaba para nada a nadie, salvo a los alemanes. Francia y Gran Bretaña observaban como Alemania, como si fuera un pacman y sin tirar un solo balazo, lograba sus objetivos inmediatos. Remilitarizacion de Renania, el Anschlüss o anexion de Austria y desmembramiento de Checoslovaquia, primero bajo el tratado de Munich (en el que participaron junto a Hitler y Mussolini, dejando afuera a la URSS…y a la propia Checoslovaquia) y luego bajo la forma de invasiones: Alemania invadiendo Bohemia-Moravia, Hungria invade Rutenia y puntos aislados de Eslovaquia, Polonia (¡) anexando las minas de Teschen y, lo que quedó libre, se declaró independiente como Eslovaquia, gobernada por dos fascistas como monseñor Tiso y Tuka, bajo la protección de Hitler y Hórthy, es decir, dos dictaduras fascistas mas. Ante esta circunstancia, las dos potencias occidentales debieron resignarse a, si querían mantener algo de paz en sus esferas, hacer pactos defensivos con la URSS.
Por su parte Stalin no se hacia ilusiones al respecto. Salvo Estonia, toda su frontera occidental estaba plagada de dictaduras anticomunistas. Finlandia, los países bálticos, Polonia, la Hungria de Horthy y Rumania bajo el régimen en teoría bajo régimen del rey Miguel pero en la practica sometida al yugo de Antonescu y la Guardia de Hierro. En la Europa del este solo habían dos cosas que podían frenar sus veleidades anticomunistas contra la URSS : su debilidad militar y la alianza con las potencias occidentales, ya sea bajo el pacto del Danubio o bajo la Entente. Stalin y Vorochilov llaman a crear una alianza antifascista para hacer contrapeso a las bravatas imperialistas del eje, y tanto Chamberlain como Daladier consideran la apuesta demasiado arriesgado, mas alla de que en sus países tanto comunistas como nazis eran perseguidos por el gobierno. Pero también entendieron que algo había que hacer. El Mediterraneo con la victoria de Franco se convirtia en un mar dictatorial y convenia demostrar que aun había flota de su Majestad imperial para rato, y accedieron a una consulta defensiva en Moscu a mediados de agosto. Pero dicha consulta defensiva fue una desilusion para todos, menos para quienes fueron a la ciudad del Moscova sin intenciones de nada. El almirante Drax por parte del gobierno de Su Majestad -un anciano que ya hacia años que cumplia roles simbolicos en el Almirantazgo, y acusado por lord Halifax de borracho incorregible- y el general Doumenc por Francia -un general caído en desgracia por oponerse a las políticas de Laval y Daladier, que se supone que eran opuestos y no lo demostraron tanto años mas tarde- fueron a la entrevista, pero NO ESTABAN AUTORIZADOS A FIRMAR NINGUN ACUERDO, aun a sabiendas de lo que iban a oir era muy acorde a la urgencia del momento. Por el lado soviético fueron recibidos por Stalin, Molotov, Vorochilov (comisario de Defensa) y Chapochnikov, jefe del estado mayor del Ejercito Rojo.
Cuando el general Chapochnikov declara que la URSS en caso de guerra europea está dispuesta a alinear contra el invasor 120 divisiones de infantería, 16 de caballeria, 100 mil cañones medio y pesados, alrededor de 10 mil tanques y 500 aviones…el almirante Drax aclara que el Reino Unido esta en condiciones de ofrecer nada mas que 5 divisiones de infantería y una división mecainzada, y siempre aclarando que no esta autorizado a nada mas que oir y asentir. Doumenc por su parte deja entrever que su gobierno no piensa tomar ninguna decisión respecto a tropas sin dar la orden de movilización general, diciendo luego a un joven militar ruso –el coronel Bagramian, futuro héroe de Stalingrado y liberador de Budapest y Viena- que ni Daladier, ni nadie del ejército francés –salvo Weygand y él mismo- estaría dispuesto a pelear en una guerra en el mismo bando de los soviéticos “aunque implicara mantenerse neutrales y salpicados de sangre hasta las uñas”. Moscú deduce que hay mala voluntad franco-britanica.
No obstante, Chapochnikov de todas formas plantea a sus invitados los tres casos en que se puede dar el ataque y el compromiso a tomar por la URSS en caso de ser “aliados”
· El bloque agresor ataca a Francia e Inglaterra: la URSS proporciona el 60 de las FF.AA que Francia e Inglaterra dirijan contra Alemania. Partiendo de la eventualidad que entre ambos pongan en pie 90 divisiones en el frente Maginot-Flandes, la URSS desplegaría 63 divisiones, mas seis de caballeria, con los cañones, tanques y aviones que corresponda. Serian 2 millones de personas, mas los que Polonia pondría en la mesa por ser aliada natural de Francia y Gran Bretaña
· El bloque agresor ataca Polonia y Rumania: la URSS pondría en línea la misma cantidad de tropas que el conjunto de Francia y Gran Bretaña, las cuales debería declarar la guerra al agresor. Naturalmente, al entrar en guerra se sobreentiende que Polonia y Rumania –unidas en alianza con Francia y Gran Bretaña- deberían autorizar la entrada en su territorio de tropas sovieticas a fines de ayudar a rechazar al invasor, puesto que se sabia que los planes de Hitler, Brauchitsch y Halder de rendir a Varsovia en 14 dias no eran disparatados, con la demostración que habían mostrado la legion Condor, el tercio y legion franquistas, y las tropas italianas de Gambara y Gariboldi
· El bloque agresor ataca a la URSS a través de sus aliados naturales (Finlandia y los países bálticos) : las potencias occidentales deberían inmediatamente declarar la guerra al agresor e iniciar las hostilidades con un 70% de las fuerzas empleadas por la URSS, citadas mas arriba. Polonia por sus acuerdos con ingleses y franceses también declararía la guerra y cooperaria con el Ejercito Rojo en repeler el ataque hasta los muros berlineses.
(Pierre Rondiere – “Y el mundo contuvo su aliento”, editoria Caralt, Barcelona, 1978)
Luego de la expresión de sorpresa franco-britanica ante tanta preparación de tropas –teoricamente mermadas por las purgas- de los sovieticos, recuerdan que no pueden firmar nada sin el consentimiento de su gobiernos. Las resoluciones fueron inmediatamente conocidas. Ni Polonia ni Rumania estaba dispuestas a nada con la URSS, aun a riesgo de su propia soberanía (“preferimos ser tragados por Himmler y no por Vorochilov”). Daladier no estaba dispuesto a apoyar a un estado comunista cuando en su propio país perdonaba atentados de anarquistas y la Croix-de-Feu contra el PCF para “no dejar vestigios marxistas entre Calois y Niza” y si bien Chamberlain se mantenía en silencio, Asuntos Exteriores y el Almirantazgo, de tendencia conservadora no pensaban meter dedos en una guerra donde el mutuo exterminio de ambos contendientes era “negocio redondo”. Solo los comunistas y pacifistas entendían la necesidad de apoyar a la URSS. Y también un tal Churchill, que dijo alguna vez (para luego negarlo) “si Hitler invade el infierno haré por lo menos un informe favorable sobre el diablo en la Cámara de los Comunes”
Exactamente, las potencias occidentales, comenzando por Inglaterra y Estados Unidos no hicieron nada contra la Alemania Nazi, al contrario, por debajo del agua la apoyaron, soñando con que aniquilaran a la URSS.
ResponderEliminar¿Pero que sucedió? Que la Unión Soviética no solo contuvo el avance del "mejor ejercito del mundo", si no que lo destruyo, comenzó a avanzar sobre Europa rumbo a Berlin y ¿Qué creen que paso? ¡LLEGARON LOS ÁNGELES DEL MUNDO! Pues claro, como no podía ser de otra forma, buscaron mil y un pretextos para ahora si entrar a la guerra y combatir a la "amenaza" Nazi.
Y como no pudieron acabar con los Rusos (Y ni valor tuvieron para hacerlo ellos mismos) emplearon lo que mejor saben usar, la propaganda, y ahora tenemos al demonio en persona, Stalin, el mismo asesino a millones de Rusos y se comió a sus hijos y por eso vivió 500 años. ¿O sera que los millones de Rusos que murieron fue por la terrible y artera invasión por parte de los nazis? Cientos de miles, millones de Rusos ofrendaron su vida defendiendo su patria y luchando contra los fascistas, destrozándolos.
Pero para la mayoría de los ignorantes, quienes salvaron al mundo fueron los gringos.